Informes
Ceprofarena In box
991040117
997225419
ceprofarena@gmail.com
TESTIMONIOS
“…Durante 18 años yo he estado atormentada con una culpa abrumadora, atormentada por pensamientos, que ninguno podía remover. Por mi participación en el Retiro El Viñedo de Raquel, pude perdonarme a mí misma. Yo se que Dios me ha dado la tranquilidad de pensamiento, ha limpiado mi corazón y se ha llevado mi culpa”.
“…Durante 18 años yo he estado atormentada con una culpa abrumadora, atormentada por pensamientos, que ninguno podía remover. Por mi participación en el Retiro El Viñedo de Raquel, pude perdonarme a mí misma. Yo se que Dios me ha dado la tranquilidad de pensamiento, ha limpiado mi corazón y se ha llevado mi culpa”.
“Antes del Retiro, yo estaba espiritualmente muerta. Estaba vacía por dentro. Me sentía separada de la Iglesia y de Dios. Después del retiro me siento viva y feliz. Siento más que nunca el amor de Dios dentro de mi”
“…El Retiro del Viñedo de Raquel ha restaurado mi vida. Me siento íntegra, viva y capaz de amar.” “Por primera vez en 20 años, pude compartir mi pesar, mi culpa, mi odio. Pude llorar la pérdida de mi bebé. Pero lo más importante aún, es que pude creer que ahora mi hijo vive con Jesús. Siempre estaré agradecida. Sentí a Jesús llamándome para que regresara. Un sentimiento que no puedo olvidar ni negar” Beato Juan Pablo II, Evangelium Vitae. Nº 99:
“...Una reflexión especial quisiera tener para vosotras, mujeres que habéis recurrido al aborto. La Iglesia sabe cuántos condicionamientos pueden haber influido en vuestra decisión, y no duda de que en muchos casos se ha tratado de una decisión dolorosa e incluso dramática. Probablemente la herida aún no ha cicatrizado en vuestro interior. Es verdad que lo sucedido fue y sigue siendo profundamente injusto. Sin embargo, no os dejéis vencer por el desánimo y no abandonéis la esperanza. Antes bien, comprended lo ocurrido e interpretadlo en su verdad. Si aún no lo habéis hecho, abríos con humildad y confianza al arrepentimiento: el Padre de toda misericordia os espera para ofreceros su perdón y su paz en el sacramento de la Reconciliación. Os daréis cuenta de que nada está perdido podréis pedir perdón también a vuestro hijo que ahora vive en el Señor. Ayudadas por el consejo y la cercanía de personas amigas y competentes, podréis estar con vuestro doloroso testimonio entre los defensores más elocuentes del derecho de todos a la vida. …….”
No hay comentarios:
Publicar un comentario